“Frenar las falsas soluciones” a la pérdida de biodiversidad y respetar los derechos y los ecosistemas para lograr una verdadera “paz con la naturaleza”, afirma la Coalición Mundial por los Bosques
Cali, Colombia, 29 de octubre de 2024
“Mientras los gobiernos estén cómplices de las empresas para destruir la naturaleza, no puede haber ‘Paz con la Naturaleza'”. Souparna Lahiri, de la Coalición Mundial por los Bosques, ofreció esta sucinta valoración del lema del país anfitrión, Colombia, para la16ª conferencia de la ONU sobre biodiversidad: “Paz con la Naturaleza”.
En Colombia y en todo el mundo, dijo Lahiri:
Los y las defensores del medio ambiente y líderes de las comunidades indígenas están siendo asesinados en nombre de la ‘Paz con la Naturaleza’. Y en los últimos días, en los pasillos de la COP16, nuestros gobiernos han eliminado el texto exigido por nuestros hermanos y hermanas Indígenas para la financiación de acceso directo.
Los países están reunidos en la conferencia, conocida como COP16 del CDB, para evaluar los compromisos del Marco Mundial de Biodiversidad, y los grupos de la sociedad civil, incluidos los miembros de la Coalición Mundial por los Bosques (GFC), están alzando la voz contra la influencia empresarial en las negociaciones. Los grupos de presión empresariales son una fuerza impulsora de la mercantilización de la naturaleza y del consiguiente fracaso del sistema de la ONU a la hora de abordar las causas profundas de la pérdida de biodiversidad y bosques, explicaron los representantes de la GFC.
“Las falsas soluciones [a la crisis de la biodiversidad] en la COP16 pueden verse como una guerra con la naturaleza, no como la paz con la naturaleza. Están impulsadas por los intereses empresariales para que puedan seguir contaminando y continuar con su actividad habitual”, afirmó una miembro de la GFC de Canadá, Heather Lee, del Global Justice Ecology Project. Se refirió a REDD+, la geoingeniería, las plantaciones de monocultivos de árboles para bioenergía y las compensaciones de carbono y biodiversidad como falsas soluciones a las crisis medioambientales del mundo.
Las falsas soluciones se basan en la mercantilización de la naturaleza y en la idea de que las empresas tienen derecho a ampliar sus operaciones y utilizar aún más tierras y recursos. No tienen en cuenta las cosmovisiones de los y las guardianes de la biodiversidad, como las mujeres, los pueblos indígenas y las comunidades dependientes de los bosques.
Los demás ponentes del panel se hicieron eco de estos sentimientos, entre ellos Uslaini, una mujer dirigente de WALHI en Indonesia, que afirmó: “Necesitamos respeto por las comunidades indígenas, los derechos humanos, la igualdad de género y la capacitación de las mujeres y las niñas. En la situación actual, las políticas económicas de Indonesia están conduciendo a la destrucción de los territorios de los pueblos indígenas y las comunidades locales”.
Añadió que es necesario escuchar a las mujeres e incluirlas en la toma de decisiones porque “las mujeres de las comunidades indonesias tienen un papel clave a la hora de garantizar la disponibilidad de alimentos, agua potable y medicinas para sus familias”.
Letícia Tura, de Brasil, una dirigente de la organización de la sociedad civil FASE, expresó su decepción por la falta de avances a la hora de abordar las verdaderas causas de la pérdida de biodiversidad y del cambio climático:
En unos 30 años de conferencias sobre medio ambiente, no hemos visto avances, no hemos visto medidas eficaces de protección de la biodiversidad a escala nacional, ni compromisos del Norte en materia de financiación y cooperación solidaria con el Sur. La ‘paz con la naturaleza’ se construye sobre las espaldas del pueblo, incluidas las mujeres y las comunidades indígenas y locales, y a expensas de las comunidades que se oponen al agronegocio.
Lahiri coincidía en que la deforestación y la pérdida de biodiversidad continúan sin cesar a pesar de décadas de promesas, y citó el ejemplo de los incendios forestales que este año están arrasando Sudamérica a un ritmo sin precedentes, con cerca de una cuarta parte de la región amazónica afectada por incendios.
Las empresas están quemando árboles para producir energía y beneficiándose de miles de millones en subvenciones concedidas por los gobiernos. Están destruyendo la naturaleza, destruyendo los territorios de los pueblos indígenas y las comunidades locales. Pero, al mismo tiempo, hablan de compensaciones y créditos de biodiversidad, como si la destrucción pudiera financiarse y compensarse con finanzas. Estas son las realidades que vemos desplegarse ante nosotros. Están permitiendo que las industrias extractivas y la agroindustria continúen su guerra contra la naturaleza.
Las soluciones reales a las crisis de la biodiversidad y el clima son cruciales ahora, y existen, pero los panelistas del GFC coincidieron en que es necesario un auténtico cambio de sistema.
Para volver a encarrilar al mundo hacia la consecución de los objetivos de biodiversidad, Leticia Tura afirmó: “Tenemos que frenar las falsas soluciones. Necesitamos conocer los modos de vida y las prácticas de las poblaciones locales actuales en sus territorios. Tenemos retos en el futuro, pero el futuro se está forjando hoy en los territorios”.