Desde la Coalición Mundial por los Bosques, en solidaridad con el pueblo colombiano
Un proyecto de reforma tributaria que pretendía cargar el costo de las crisis colombianas sobre los hombros del pueblo trabajador fue la chispa que encendió la furia de este pueblo, que lleva más de 6 días en la calle exigiendo frenar esa medida y otras tantas que perpetúan la miseria de unos muchos por el privilegio de unos pocos.
Las crisis que hay que pagar tienen responsables: aquellos que han impuesto al mundo (y a Colombia) una forma de producir que impide la reproducción de la vida: monocultivos; producción no sostenible de ganado; megaminería; hidroeléctricas y otras obras de infraestructura al servicio de las industrias; quema de combustibles fósiles incluyendo fracking; transgénicos y aspersión y utilización de agrotóxicos por doquier. Todo ello, en la búsqueda de la renta monetaria sin importar las necesidades de la gente y otros seres vivos, aún cuando Colombia sea catalogado como el 2do país más biodiverso del mundo.
El pueblo colombiano -así como los pueblos del mundo-, está obligado a pagar el costo de la destrucción de estos emprendimientos; a pagar su propia recuperación del daño causado, y ahora se viene enfrentando a una represión de dimensiones bélicas; según Temblores ONG, después de 4 días de protesta se habla de más de 21 asesinatos de población civil (en su mayoría jóvenes), 672 detenciones arbitrarias, 940 casos de violencia policial.
A pesar de que el proyecto de reforma tributaria tal como venía perversamente propuesto favoreciendo a los ricos a merced de los pobres, ya fue retirado por el presidente Duque, siguen las protestas que exigen que sea retirado definitivamente. El gestor de dicho proyecto, el Ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, presentó su renuncia, así como el Vice-ministro quien de hecho fue premiado por Duque nombrándolo como Ministro de Comercio.
Dentro de las peticiones del pueblo, se encuentra acabar con el proyecto de reforma a la salud que sigue vigente y busca establecer la privatización de los servicios donde solo quien puede pagar se salva, al “mejor” estilo estadounidense.
Si la crisis ambiental, económica y de salud tienen responsables corporativos, la violencia que el estado colombiano está ejerciendo, con abuso de autoridad, militarización de las ciudades y orden de asesinar civiles, también tiene un responsable: Ivan Duque.
Desde la Coalición Mundial por los Bosques hacemos llegar nuestra solidaridad a las víctimas de la violencia estatal, y advertimos que, mientras no cesen sobre el planeta las prácticas que perpetúan la desigualdad, los pueblos víctimas de la destrucción y la pobreza seguirán intentando sacudirse a las empresas y gobiernos cómplices de encima; porque la pulsión de la vida siempre vencerá a la pulsión de la muerte. Otro mundo es posible, además de necesario, y los de abajo lograremos construirlo. #SOSColombia #DuquePareLaMasacre
Consulte también la Pronunciamiento y llamado a la acción por Colombia de nuestro grupo miembro CENSAT Agua Viva.