Mujeres apicultoras, florecen en su arraigo al territorio y en la conservación comunitaria en inmediaciones del Páramo de Santurbán
Foto-ensayo por: Fundaexpresión, Socia en Colombia – Women2030 – Global Forest Coalition
El papel fundamental y vivencial que desempeñan las mujeres campesinas en Colombia y el resto del mundo es indiscutible, particularmente en forjar procesos comunitarios de soberanía alimentaria y de recuperación de la biodiversidad, además de enfrentar múltiples obstáculos debido al sistema patriarcado, la violencia y los conflictos ambientales.
En este sentido, es gratificante y ejemplar que un grupo de mujeres jóvenes de la localidad rural de Cachirí, esté celebrando la importancia de su papel en la conservación de la biodiversidad, a través de la apicultura en un ecosistema de alta montaña en las estribaciones del Páramo de Santurbán, ubicado en el municipio de Suratá, departamento de Santander. Pues, en el mes de noviembre de 2018, tres apicultoras: Angela Villamizar, Luz Etty Maldonado y Lizeth Hernández, resultaron ganadoras, con el primer premio y menciones de honor del Concurso “Identificación de Mieles Especiales de Colombia”. [1]
Aquello demuestra los logros de un proceso de educación popular, que se fundamenta en el diálogo e investigación entre comunidades, y el papel de promotores campesinos como Laura y Sergio Velasco, que fueron parte esencial en asesorar la producción apícola.
Este grupo de jóvenes pertenecen al Colectivo de Reservas Campesinas y Comunitarias de Santander, una confluencia de 5 asociaciones campesinas y 415 familias rurales, que fundamenta su trabajo en la defensa de los bosques, la biodiversidad y el agua como bienes comunes en comunidades rurales del departamento de Santander, región nororiental de Colombia.
El hecho es relevante frente a la crisis ambiental que atraviesan las abejas y los diversos polinizadores en el mundo, de los cuales depende la producción agroalimentaria y el mantenimiento de los ciclos de la naturaleza. Asimismo, es un logro significante en una región azotada por las múltiples amenazas de la gran minería de oro. [2]
Estas mujeres jóvenes de las selvas andinas decidieron tomar el rumbo de la apicultura, como eje esencial en la construcción de una economía alternativa propia, basada en la conservación comunitaria. De ahí que mediante la declaratoria de reservas, se ha podido demostrar que es coherente cuidar la flora predominante del bosque andino, y a la vez cosechar diversidad de alimentos sanos.
Es también notable ubicar este logro, en el contexto colombiano, donde es que cada vez más evidente los factores de desarraigo que pueden influir en que los y las jóvenes migran del campo a la ciudad. Asimismo, existe comúnmente en el ámbito familiar y comunitario, múltiples barreras que cohíben la participación de las niñas y mujeres jóvenes en procesos de capacitación y alternativas productivas.
De esta manera, se ha incentivado de forma proactiva que esta jóvenes apicultoras fueran participes de las diversas actividades de capacitación, mingas e intercambios, también mediante un diálogo con sus padres. Este hecho, facilita que ellas, tengan mayores posibilidades de mantenerse en el campo, no solamente por el empoderamiento que lograron, sino también por el mejoramiento en sus oportunidades educativas y económicas.
Notas
[1] Concurso “Identificación de Mieles Especiales de Colombia con Características a su origen Geográfico y/o Botánico”, organizado por Apiarios El Pinar, y apoyado por Colciencias y el Ministerio de Agricultura, noviembre de 2018.
[2] La multinacional Minesa se encuentra en la etapa de exploración y estudios para el proceso de licenciamiento ante las autoridades (ANLA), con intenciones de comenzar una mina subterránea de oro, ubicada en la zona de influencia del páramo de Santurbán.