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Asimetrías en la movilización de recursos: Acceso directo para comunidades aún es materia pendiente

Asimetrías en la movilización de recursos: Acceso directo para comunidades aún es materia pendiente

 

Por Valentina Figuera Martínez, Coalición Mundial por los Bosques (GFC)*

Un punto clave de contención en los debates sobre la movilización de recursos en la cuarta reunión del Órgano Subsidiario de Ejecución (OSE-4) del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) es el dilema de trabajar con las estructuras existentes en el marco del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF) y el Fondo Marco Mundial para la Biodiversidad o crear un mecanismo financiero específico. No obstante, las discusiones pasaron por alto el acceso directo a los fondos por parte de mujeres, pueblos indígenas, jóvenes, comunidades locales y afrodescendientes en los territorios, con sólo algunas partes que abordaron el tema, entre ellas México y Colombia.

Las comunidades son conscientes de que existen estos grandes proyectos de financiación, pero no hay un cambio de la realidad ambiental en el paisaje, ni recursos que puedan impactar positivamente en la vida de las comunidades, en sus derechos o abordar la crisis ambiental

Los grupos constituyentes del CDB solicitaron fondos específicos para la biodiversidad con el fin de apoyar las acciones de las comunidades sobre el terreno, así como el cumplimiento del objetivo “aspiracional” del GEF a nivel de cartera de asiignar el 20% de las participaciones para la financiación de acciones desarrolladas por los pueblos indígenas y las comunidades locales para la conservación, restauración, uso sostenible y gestión de la biodiversidad. Las mujeres, especialmente indígenas y de comunidades locales, deben ser incluidas en esas acciones.

Los titulares de derechos en los territorios, en particular los grupos de mujeres, aún no perciben ningún beneficio. Los mecanismos de financiación existentes implementan proyectos controversiales, con elevados riesgos y falta de consentimiento libre, previo e informado. Además, las comunidades en los países en desarrollo, especialmente las mujeres en toda su diversidad, tienen poco o ningún acceso a estos fondos.

Realidades contrastadas

Las funciones y contribuciones importantes de mujeres, pueblos indígenas, comunidades locales y jóvenes para la aplicación del Marco Mundial para la Biodiversidad deben ser reconocidas con mecanismos adecuados, sin intermediarios, y además debe existir acceso efectivo, oportuno y factible a la financiación de la biodiversidad.

“Existen muchas barreras para que las mujeres tengan acceso a estos fondos e instrumentos financieros, empezando por el acceso a la información y a los medios tecnológicos para obtener estos recursos. Este escenario es particularmente grave en las comunidades indígenas, debido a las características de vivir en territorios históricamente desiguales”, explicó Camila Romero, del Colectivo VientoSur, una organización que trabaja con comunidades indígenas mapuches en el sur de Chile, en un podcast de la GFC.  

A pesar de los esfuerzos, el apoyo a proyectos genuinamente dirigidos por las comunidades para garantizar enfoques de la conservación de la biodiversidad basados en los derechos humanos y sensibles a las cuestiones de género sigue siendo limitado. El Norte Global debe reconocer su responsabilidad histórica en la perpetuación de desigualdades y la falta de provisión de recursos financieros, pero las Partes del Sur Global también deben garantizar que las comunidades en los territorios puedan tener un acceso culturalmente apropiado y equitativo a los recursos financieros, sin intermediarios.

“En la Amazonía colombiana, donde se concentran en este momento los grandes fondos, programas de inversión multilaterales o bilaterales, las comunidades son conscientes de que existen estos grandes proyectos de financiamiento, pero no hay un cambio de la realidad ambiental en los territorios, ni recursos que puedan impactar positivamente en la vida de las comunidades, sus derechos o abordar la crisis ambiental. Más bien hay quejas y denuncias de cómo estos recursos llegan al país y de alguna manera se quedan en las oficinas de la capital, Bogotá, pero no llegan a las comunidades”, criticó Diego Cardona, experto en bosques y biodiversidad, quien ha trabajado con Censat Agua Viva de Colombia y el Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales.

*Una versión abreviada de este artículo se publicó originalmente en el número 4 de ECO – SBI-4 de la Alianza CDB.

28 may., 2024
Posted in Justicia de género y bosques