¿Quién se beneficia realmente? Cómo REDD+ perjudica a los bosques y a quienes los cuidan
¿Quién se beneficia realmente? Cómo REDD+ perjudica a los bosques y a quienes los cuidan
– Un nuevo informe de GFC –
En este nuevo informe de la Coalición Mundial por los Bosques (GFC), presentado en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (SB60) en Bonn, explicamos las contradicciones y los problemas inherentes al programa REDD+
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Desde que la ONU puso en marcha su programa REDD+ hace más de 10 años, se han inyectado miles de millones de dólares de dinero público en esta supuesta solución a las emisiones de carbono derivadas de la deforestación y la degradación forestal, con escasas pruebas que sugieran que aportaría beneficios tangibles.
REDD+ (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques) pretende incentivar la conservación de los bosques en los países en desarrollo, pero fue impulsada por los países desarrollados, no por los pueblos indígenas y las comunidades locales, que son los verdaderos custodios de los bosques.
La triste realidad es que REDD+ mercantiliza los bosques, reproduciendo la misma lógica que condujo a la crisis climática. El programa asigna un valor de mercado a los servicios de los ecosistemas y permite a los países desarrollados compensar sus emisiones pagando a los países del Sur Global para que supuestamente reduzcan la deforestación.
El nuevo informe de la GFC muestra cómo REDD+ simplifica los intrincados ecosistemas forestales a una única métrica: el contenido de carbono en los árboles, o “sumideros de carbono”.
Esta visión reduccionista sirve para mercantilizar a los elementos esenciales de la vida de los que dependen las comunidades forestales, transfiriendo el control sobre los bosques a poderosas entidades estatales y corporativas.
Aunque en teoría los derechos de las comunidades están protegidos en los proyectos REDD+, en la práctica a menudo se ignoran. En muchos casos se carece de un verdadero consentimiento libre, previo e informado y de una participación significativa de los pueblos indígenas, las comunidades locales y las mujeres.
El informe examina las situaciones de Brasil e Indonesia, países con elevadas tasas de deforestación que se encuentran entre los mayores beneficiarios de la financiación de REDD+. Constata que, aunque los defectos inherentes y las variaciones en los métodos de seguimiento y las definiciones de los bosques impiden a menudo una evaluación real de REDD+ y su impacto en la deforestación, y a pesar de toda la financiación de REDD+, la deforestación mundial sigue siendo responsable de alrededor del 11% de las emisiones de CO2. Esta cifra ha permanecido invariable durante la última década.
REDD+ ignora el papel histórico y ecológico de los pueblos indígenas y las comunidades locales en la conservación de los bosques. Su enfoque orientado al mercado ha eclipsado los objetivos de reducir la deforestación y las emisiones, a menudo ignorando los derechos y la soberanía de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales.
Los estudios de casos revelan que los proyectos REDD+ han provocado desplazamientos y apropiaciones de tierras. Tratan a las comunidades como beneficiarios pasivos en lugar de agentes activos. Además, el enfoque en el carbono ha ignorado otras funciones vitales de los bosques, aumentando así los conflictos sociales.
Con la continua deforestación y degradación forestal en todo el mundo, junto con las crecientes pruebas de conflictos y violaciones de derechos en los proyectos REDD+, debemos apoyar y proteger alternativas equitativas y eficaces a REDD+.
La financiación climática debe apoyar soluciones reales que incluyan la conservación impulsada por la comunidad, haciendo hincapié en el conocimiento tradicional indígena y la custodia comunitaria, y reconociendo el profundo conocimiento y el impacto de las mujeres en toda su diversidad. Hay que dejar de invertir en soluciones que priorizan el beneficio y el «crecimiento» económico sobre la vida misma.