Las Áreas Protegidas como una Amenaza para los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Por Simone Lovera, Coalición Mundial por los Bosques
Cuando estábamos preparando el taller de capacitación para la Iniciativa de Resiliencia de Conservación Comunitaria en Nepal, que tuvo lugar los días 24 y 25 de junio en Katmandú, éramos conscientes de que encontraríamos un país con una profunda experiencia en restauración y conservación comunitaria. Existen pocos países en el mundo que proporcionan un ejemplo tan vívido e inspirador del poder de la conservación comunitaria. Pero aun así era impresionante escuchar y ver los increíbles esfuerzos de las personas de este país, formalmente considerado Poco Desarrollado pero culturalmente y socialmente rico, que se han comprometido a recuperar su patrimonio natural.
El modelo de gobernanza forestal comunitaria de Nepal está ante todo construido sobre un fuerte sentido de colaboración comunitaria y social. En el corazón de su éxito radica la creación de 18000 Grupos de Usuarios de Bosques que manejan casi 2 millones de hectáreas y quienes posteriormente unieron sus fuerzas en la Federación de Grupos Comunitarios de Usuarios de Bosques de Nepal (FECOFUN). No menos del 33% de toda la población de Nepal está involucrada en estos Grupos de Usuarios de Bosques. Sus esfuerzos comunitarios han creado un modelo sostenible de conservación, restauración y uso de los bosques que tuvo éxito para detener la degradación forestal y la deforestación, los cuales aún estaban muy extendidos durante el periodo anterior a la década de 1990.
La gobernanza forestal comunitaria en Nepal no sólo juega un papel esencial para reforzar la resistencia al clima de este país montañoso y muy propenso a deslizamientos, sino que también contribuye significativamente a una amplia gama de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluyendo el ODS 1 sobre la erradicación de la pobreza, ODS 2 sobre detener el hambre y promover la agricultura sostenible, ODS 5 acerca del empoderamiento de las mujeres (que juegan un papel clave en la gestión forestal comunitaria), ODS 6 sobre el acceso al agua potable, ODS 7 sobre el acceso a la energía sostenible, ODS 8 sobre el trabajo decente, ODS 10 acerca de la reducción de las desigualdades, ODS 12 sobre el consumo y la producción sostenibles, ODS 13 sobre el cambio climático, y por supuesto el ODS 15 sobre conservar la biodiversidad, incluyendo la biodiversidad de las montañas, y detener la deforestación para el año 2020.
Lamentablemente, a pesar del éxito tangible de este modelo de conservación, el cual es teóricamente reconocido por el Gobierno de Nepal, las políticas oficiales de biodiversidad de Nepal no proporcionan un apoyo eficaz a la gobernanza forestal comunitaria. A pesar del éxito rotundo de la conservación comunitaria, las políticas aún se enfocan fuertemente en el establecimiento de áreas protegidas y bosques protegidos de manera convencional. Tanto los representantes de los Grupos de Usuarios de Bosques como los representantes de la Red de Pueblos Indígenas en Nepal que asistieron al taller informaron que el establecimiento y la gestión de áreas protegidas y bosques protegidos nuevos y existentes infringen los derechos de uso de las comunidades dependientes de los bosques y de otras comunidades dependientes de la biodiversidad. Al bloquear el acceso y negar los derechos de los usuarios sobre las áreas protegidas de manera convencional, no sólo frenan un modelo de conservación que ha demostrado ser exitoso, sino que también causan un daño significativo a las estrategias de subsistencia de estas comunidades.
En este contexto, resulta realmente cínico que el proceso de los ODS haya adoptado la cobertura de áreas protegidas como uno de los posibles indicadores de éxito de su implementación. El impacto positivo de las áreas protegidas/bosques protegidos convencionales en el desarrollo sostenible es altamente cuestionable. Al limitar las opciones para el uso sostenible por parte de las comunidades locales, a menudo están frustrando la implementación de los ODS relacionados con la alimentación, el agua, la energía, la producción sostenible y la reducción de las desigualdades. Incluso obstaculizan la aplicación efectiva del ODS 15, ya que la gobernanza comunitaria y el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales para el uso y la conservación de su propio territorio o área han demostrado ser formas muy eficaces de conservar la biodiversidad. El papel de la conservación comunitaria ha sido reconocido explícitamente por las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, así como también por numerosos investigadores. Precisamente por esta razón, un número creciente de científicos y movimientos sociales pide la adopción de “áreas conservadas con eficacia” o “áreas conservadas” en lugar de simplemente áreas protegidas como el indicador adecuado para la conservación de la biodiversidad. Esto también evita que se incluyan los numerosos parques de papel del mundo, que continuamente se enfrentan a problemas relacionados con la explotación ilegal precisamente porque no hay apoyo por parte de las poblaciones locales para el área protegida y su gestión.
Nepal no es el único país en el que se identificaron las áreas protegidas y bosques protegidos convencionales como una amenaza importante para los enfoques eficaces basados en los derechos a la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible en general. Historias similares de conflictos entre las áreas protegidas convencionales y la conservación comunitaria surgen a partir de los resultados -iniciales- de los procesos de CCRI en países tan diversos como Rusia, Panamá, Irán, Kenia y la India. No es extraño que los representantes de la comunidad que se congregaron para la reunión global “Fomentando la Conservación Comunitaria” que se llevó a cabo en Septiembre de 2015 en Durban, Sudáfrica, pidieran una moratoria sobre la expansión de las áreas protegidas hasta que los derechos de los pueblos indígenas y la comunidad hayan sido totalmente respetados. Se estima que el establecimiento de áreas protegidas y otras políticas de biodiversidad convencionales ha desencadenado no menos de 130 millones de los llamados refugiados de la conservación. Además de esto, hay millones de comunidades que se enfrentan a los impactos negativos menores o mayores sobre sus medios de subsistencia debido a las áreas protegidas convencionales, mientras que sus propias iniciativas de conservación siguen sin ser reconocidas. Declarar las áreas protegidas convencionales como una contribución al desarrollo sostenible o incluso un indicador para el desarrollo sostenible, es casi irónico en este contexto.
Ya es hora de que los países detengan la expansión de las áreas protegidas y bosques protegidos convencionales y tomen medidas serias para apoyar las iniciativas de conservación comunitaria a pequeña y gran escala en su lugar, incluyendo el impresionante esfuerzo que un tercio de la población de Nepal ha hecho para conservar y restaurar sus preciosos bosques. Estos enfoques participativos son estimulantes ejemplos de cómo la conservación de la biodiversidad puede de hecho contribuir a lograr medios de subsistencia sostenibles en la práctica, y las metas nacionales de desarrollo sostenible, como la resiliencia mejorada. Se espera que el proceso de CCRI en Nepal pueda llegar a recomendaciones concretas por parte de las mismas comunidades con el tipo de apoyo y cambios en las políticas que son necesarios en este sentido. Esperemos que los gobiernos que han expresado su apoyo formal a la conservación comunitaria y a los ODS estén dispuestos a tomar seriamente estas recomendaciones.