Comunicado de la Coalición Mundial por los Bosques (GFC) sobre Palestina
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Comunicado de la Coalición Mundial por los Bosques (GFC) sobre Palestina
La Coalición Mundial por los Bosques (GFC) condena categóricamente los continuos crímenes de guerra y el genocidio contra el pueblo palestino por parte del gobierno de Israel y sus aliados y se solidariza sin fisuras con todas las personas afectadas por esta violencia indiscriminada. Rechazamos firmemente todas las formas de colonialismo y opresión, reconociendo que la lucha por la justicia y la dignidad en Palestina está profundamente entrelazada con la lucha mundial por el derecho a la tierra y a la autodeterminación. La GFC solicita urgentemente un alto al fuego inmediato y que se facilite el ingreso de ayuda humanitaria sin restricciones a Gaza, así como el pleno cumplimiento del derecho internacional.
Nuestro mensaje es claro: la GFC se opone firmemente a la guerra, a las violaciones de derechos humanos, asesinatos y ataques indiscriminados y desproporcionados contra la población civil y la infraestructura, especialmente contra mujeres, niñas, niños e instituciones civiles. Denunciamos los bombardeos, la ocupación forzosa y la colonización de los territorios de los pueblos indígenas y locales, y enfatizamos que esto no sólo amenaza los derechos humanos, sino que también tiene consecuencias ambientales de gran alcance, que afectan a los bosques, ecosistemas, biodiversidad y recursos naturales de los cuales dependen las comunidades indígenas de manera particular. Cualquier guerra no sólo provoca sufrimiento inmediato, sino también injusticias culturales, sociales, de género, ambientales y climáticas a largo plazo que afectan a todas y todos.
De igual manera rechazamos el antisemitismo y la islamofobia en todas sus formas y enfatizamos que equiparar falsamente este proyecto sionista con el judaísmo o las personas de identidad judía es peligroso e inexacto. Apoyamos a los miles de judías y judíos de Israel y del mundo que protestan y se han unido al llamado de alto el fuego, y rechazamos que se canalice el odio contra personas de cualquier religión o etnia. Nuestra lucha por la justicia tiene sus raíces en la construcción del diálogo intercultural, la paz y un futuro sostenible en armonía con la naturaleza. Insistimos firmemente en la necesidad de que se respeten plenamente las leyes y los acuerdos internacionales que promueven la paz, la autodeterminación, la soberanía y el entendimiento mutuo entre las diversas naciones, y exigimos que se apliquen por igual a ambos territorios.
Expresamos nuestra profunda preocupación por los ataques desproporcionados del ejército israelí contra civiles palestinos, de los cuales más de la mitad son niñas y niños; esto incluye el bombardeo selectivo de hospitales, campos de refugiados, panaderías y almacenes de suministros, depósitos de agua, centros de conexión a internet y de datos, ambulancias y lugares de culto; el uso de armas químicas en Gaza, que destruirán la tierra y envenenarán el agua; y el doble rasero moral de gran parte del Norte global, incluidos Estados Unidos y el Reino Unido, que siguen destinando miles de millones de dólares en financiamiento y armas para el ejército israelí. Lamentamos el gran número de personas que han resultado heridas o muertas, entre ellas mujeres, niñas, niños, ancianas, ancianos y personas con discapacidades, y estamos profundamente preocupados por el empeoramiento de la escasez de agua y la inseguridad alimentaria en la región.
Además, nos inquietan los informes sobre acciones militares de Israel en otros países como Ruanda y la República Democrática del Congo (RDC), que pueden tener graves consecuencias para la estabilidad y la seguridad de toda la región, así como afectar al ambiente, ecosistemas y a recursos naturales cruciales para las comunidades locales.
La Coalición Mundial por los Bosques reitera su firme compromiso con los principios de justicia, igualdad y derechos humanos, haciendo especial hincapié en la justicia ambiental. Esto incluye el derecho a la soberanía alimentaria, el derecho a la tierra y los derechos culturales de las comunidades indígenas, los cuales han sido negados al pueblo palestino durante décadas de desplazamiento, bloqueo y ocupación. Reiteramos que no puede haber justicia de género ni ambiental en tierras ocupadas. Ha llegado la hora de la justicia y estamos unidos en esta lucha crucial.